Un rayo de solo se filtraba al atardecer. Iluminaba solo un estrecha franja. Sobre la mesa un frutero con plátanos, piña, y laguna manzana perdida. Miensras el salón permanecía casi en penumbra. Poco después el sol dejo paso a una fuerte tormenta. Lluvia, viento, y al final la suerte de ver un arco iris doble sobre el Meditérraneo. La primavera tiene esos bruscos cambios de tiempo.

